GRATITUD

Y NUESTRA RISA SE LA LLEVA EL TIEMPO...

Otro año qué se va, un año más de aprendizaje, de experiencias, de alegrías y decepciones, también de mortificaciones y de triunfos logrados, de sorpresas gratas y reencuentros mágicos, otro año más que deja rastros en la piel y en el color del cabello, otro año que nos demuestra que puede pasar lo que sea pero el tiempo no se detiene. 

2019, fue un año muy especial para mi y me gusta  llamarlo el año de la gratitud, me dio la oportunidad de reencontrarme, de aprender a decir que si quiero para mi vida y que no, recorrer lugares que nunca había visitado y probar manjares culinarios, ver gente pasar, tomar un café en compañía o en solitario, volver a practicar yoga, trabajar en mi, conocer nuevas personas y formas diferentes de pensar,  que mis amigos me visitarán, ver la cara de felicidad de personas que quiero al lograr un éxito, volver realidad el proyecto RESPIRA con todo lo que lleva debajo de él y  mil cosas más que podría escribir, pero hoy solo quiero agradecer. Y no solo los momentos buenos y alegres, también los que me preocuparon o sacaron una lagrima en mi o en los míos, los enojos, las frustraciones, las peleas, los retos no logrados, las angustias, etc. Porque de no haberlas vivido, no hubiera tomado las desiciones necesarias, tampoco hubiera fortalecido las amistades o la familia y en pocas palabras no sería quien soy hoy.

Pero esto no debe quedar ahí, he estado leyendo en diferentes posts, que el 2019 fue el año de la preparación donde el universo nos estaba entrenando para ser fuertes y recoger los frutos de lo que sembramos. Hay muchos planes que hacer, lugares que conocer, experiencias que vivir, canciones que cantar y letras que escribir.  Y este 2020 es un nuevo viaje donde te invito a que descargues tu mochila, no lleves cosas, pensamientos, personas, recuerdos que solo llevan peso inútil a tus hombros, aléjate de lo que no te hace bien y de la acciones tóxicas. Solo quédate y empaca el cariño de quien te impulsa a dar un brinco más alto, lleva tus metas y tus sueños, pero no lleves la frustración o las dudas del pasado, no la cargues de “y si hubiera”, porque de todas maneras no pasará, mejor llénala de “voy a” “llegaré hasta” o “lograre aquello” pero sobre todo llénala de ti, de amor propio. También empaca el perdón, porque dejarás atrás la puerta del pasado y abrirás la ventana al futuro, y recuerda que tampoco eres perfecto. Y si en el camino es necesario que vayas dejando atrás cosas, personas, acciones que en el inicio pensaste que te servirían en este trayecto nuevo, pues desasté de ellas, así habrá el espacio suficiente para lo nuevo que llegará. Deja ir lo que te pese, porque si lo cargas, te irás hundiendo y no podrás avanzar.

Para vivir solo hace falta RESPIRAR, aún falta mucho por sentir, así que feliz  2020, de corazón te deseo un año espectacular!