Y SI TE CANSAS DE VOLAR TE LLEVARE...

Era una tarde en la zona 13 de Medellín, la comuna estaba tomada por guerrillas donde la policía no tenía autoridad alguna, todo se manejaba con violencia y armas, los ciudadanos de la zona vivían atemorizados de estar siempre bajo una lluvia de balas, intentaban dormir con el ruido de los estallidos de las armas y pidiendo a Dios que los que habían salido a la calle por víveres regresaran sanos y salvos...

Wilmer se encontraba estudiando en su casa, tratando de que el estudio lo distrajera de todo ese caos, cuando una bala perdida atravesó su ventana y lo hirió, con solo 13 años, se empezó a desangrar... desde una ventana de enfrente un vecino y compañero de la escuela vio cómo sucedía el terrible acontecimiento y corrió a ayudarlo para llevarlo al hospital. Lo cargo y salió a la calle con él en brazos, apenas podía con su amigo y caminaba evadiendo las balas... tenía que bajar la colina entre calles estrechas, pasillos diminutos pero con la esperanza de que Wilmer sobreviviera.

Cuando llegaron a la avenida para tomar un taxi, cayó herido con su amigo en brazos por el impacto de una bala contra su cuerpo. Una mujer a lo lejos vio la escena y no pensó más que en ayudar a ese par de niños que se encontraban en la lucha entre la vida y la muerte. Para lograr acercarse a ellos, empezó a ondear un pañuelo blanco, un pañuelo con el que gritaba que cesara el fuego, que pedían paz en su zona, y repentinamente el fuego cesó, las balas que disparaba la policía contra el narco se detuvieron y los habitantes de la zona empezaron a salir de sus casas imitando a la señora, agitando pañuelos blancos, de ahí surgió la Marcha de los Pañuelos Blancos.

Ambos fueron llevados al hospital para ser atendidos, Wilmer no sobrevivió... pero las guerrillas terminaron en esa zona al menos. A partir de ese momento sus habitantes se han dedicado a generar un cambio en la comuna a través de lo que llaman “cultura hip hip” donde a través de llevarlos de la mano a expresar su sentir en grafitis, música y baile han logrado generar un cambio que hoy en día hacen de la comuna 13, uno de los lugares más turísticos y visitados de Medellín, Colombia.
Les comparto esta historia que me contó un habitante de la comuna 13, quien lo vivió en su adolescencia y lo marcó para siempre y qué día a día trabaja en la búsqueda de mejorar el entorno donde está su familia, el no lo sabe pero me estrujo mi corazón con cada palabra que escuchaba, y que me motiva a seguir adelante con mi causa... no se necesita hacer mucho con los pocos cambios  que haga cada uno podremos  mejorar el mundo que vivimos...

Recuerda que: “No son las personas mismas las que inspiran, sino sus acciones.” 







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