COMO DOS HÉROES EN EL TIEMPO..

Recuerdo que en un concierto al momento de presentar una colaboración en vivo, sus palabras fueron: “En la vida hay regalos cósmicos, amigos entrañables con nombre y apellido” y con ese mismo diálogo, comienza esta publicación. 

Nos conocimos hace un par de años y pareciera que tenemos una vida entera de amistad. Alex Mouret, es originario de Durango, residente del mundo, amante de las artes y con un ojo que logra capturar belleza hasta en las cosas más sencillas y plasmar su visión por medio de sus letras...
Y he aquí su colaboración:

¡Ah qué a gusto se encuentra uno aquí! Flotando, creciendo, nutriéndose cuando a uno le plazca. ¡Ah que calentito en medio de ésta oscuridad! Porque han de saber que estos ojos recién formados aún no los estreno. Y la ausencia de luz no permite distinguir nada a mi alrededor. Sólo el tacto me permite sentir las paredes húmedas de esta burbuja en la que estoy algo apretado.

Toda mi vida llevo escuchando un golpeteo, más lento que los latidos de mi corazón y el retumbar de un sonido más agudo, más suave, más cariñoso. Quiero contestarle, toco mis labios, muevo mi boca pero el sonido no se propaga en este líquido un poco espeso. Me enojo, y molesto, pateo la burbuja. Al parecer funciona porque escucho risas y siento el calor en mis pies, o en mi cabeza, o donde sea que toque cuando me estiro o golpeo.

Mas allá de todo lo que he dicho, últimamente he tenido una sensación especial... No sabría como describirla. Llega a mi cuerpo y lo invade totalmente haciendome sentir querido, feliz. Como si todo el amor del mundo se concentrara aquí dentro y fuera destinado solamente para mí.

No sé qué está pasando. Todo tiembla a mí alrededor y el líquido se ha vaciado por un destello brillante, aún con los ojos cerrados, puedo distinguirlo. Me muevo hacia él, quiero saber que es.

Me deslizo con trabajos. Salgo y la oscuridad se ha hecho luz ¡Me ciega, quiero regresar allá, acá hace frío! Me han tomado de mis piecitos al tiempo que escucho un sonido ronco que dice:

¡Respira!

Tomo mucho aire de pronto y abro los ojos. Veo a mucha gente alrededor mío. La meditación con que cerramos siempre la clase de yoga se ha acabado, pero yo me fui lejos, muy lejos, a los mares profundos de mi memoria. No volvía en mí. 

Todos se aseguran que estoy bien y uno a uno van saliendo del salón después del susto. Yo permanezco sentado, recordando la experiencia vivida, derramo unas lágrimas mientras me anudo las cintas de los tenis. Se estaba tan bien allá adentro. Había tanto amor allá adentro. Sonrío. Aún siento ese amor aquí adentro.

Alex, simplemente GRACIAS!!


Twitter: @amouretc







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